24/oct/2015. Sin querernos ir de Londres y contra nuestra voluntad, tomamos el tren en la estación St. Pancrass. El destino: Paris! Después de casi 2 horas de viajar en el tren, por fin llegamos a la estación parisina Gare du Nord. Eso sí, esta vez no nos despegamos de las puertas; la experiencia en Londres nos enseñó que los trenes en verdad se llenan y que con maletas grandes es casi imposible avanzar a la salida. De ahí tomamos otro tren que nos llevaria a nuestro hotel Mercure Tour Eiffel. Lo primero que vimos fue la Torre Eiffel. Nos quedamos boquiabiertos. Por fin estabamos frente a esta belleza, mi esposa estaba que no paraba de maravillarse. Estaba emocionadísima. Luego de perdernos un poco, llegamos al hotel. Y como siempre primero lo primero: Una selfie con la Torre Eiffel. Literalmente nuestro hotel estaba a unos pasos de ella. Tan solo el caminar en esas calles se siente diferente. Un viernes, en Paris, es una sensación indescriptible. El resto del día fue de instalarnos en nuestro hotel, visitar Trocadero y caminar alrededor de la torre.

Día 2

El segundo día lo destinamos al Palacio de Versalles.

Empezamos temprano porque como compramos pase por internet, no sabiamos Si funcionaba o no. Estando ya en el punto deencuentro, el transporte no llegaba, ahi empezamos a dudar, Pero cuando vimos a unos alemanes que también esperaban el transporte, nos calmamos un poco. Despues de 15 minutos llegó, el chofer se atrasó por otro grupo que tuvo que esperar. Ya finalmente despues de 1 hora de camino llegamos. Mi esposa estaba sorprendida. Otro lugar más que conocia por primera vez. Me dijo: «woowww es igualito a como sale en las peliculas». La fila estaba larguísima, pero como compramos nuestro pase en www.getyourguide.es no tardamos mas de 10 minutos en entrar. Este lugar esta increible. Aún y que no somos muy amantes del arte, nos impactó por la manera en que está conservado este lugar. Después decidimos salir a los jardines. El lugar es enorme. Terminamos cansadísimos puesto que no se nos ocurrió tomar el camioncito que pasa por toda el área de los jardines que son enormes. Ya en la tarde el frío se sentía mucho más. Igual ya de regreso al hotel, como ya andábamos cansados de tanto caminar, nos compramos una botellita de vino y nos fuimos al parque que está detrás de la Torre Eiffel.

Día 3

El domingo se lo dedicamos a Monmartre y su gran Basilica Sacré-Coeur. Nos fuimos muy temprano porque teníamos bastantes lugares que recorrer y como 3 estaciones que tomar. Durante el caminar por los túneles del metro, hay varias mini panaderías que venden unos

croissants no ricos, deliciosos!! cada ida eran minimo dos. Llegamos a la estación Anvers. De ahí a la basílica son como 2 km., pero lo pesado es la subida. Nunca nos fijamos que con el ticket del metro teníamos derecho al funicular. La basílica está impresionante, y el mirador que tiene, ni se diga, literalmente puedes ver medio París desde ahí. Entramos un rato a la capilla, oré porque nos fuera bien en el viaje, por mi familia y seguimos nuestro camino. Compramos algunos souvenirs y decidimos bajar a un parquesito que está al pie de la basílica. En éste punto fue donde pasamos un mal rato.

Tengan mucho cuidado!!! Hay unas personas, con un aspecto africano, que cuando vas caminando, te agarran el brazo muy fuerte, con el fin de ponerte una pulserita y no te dejan que te safes hasta que no les das mínimo 1 euro. Como ya me las imaginaba les dijimos que no, y de una manera tosca nos agarraron del brazo,  que a como pudimos nos safamos. Al irnos, sucedió lo mismo pero como ya sabíamos en cuanto nos jalaron la mano, nos safamos bruscamente, a tal grado que el africano, le dijo al que los maneja que les falté el respeto, y éste quería que le dieramos 5 euros a lo que yo por supuesto  me negué, cuando hice eso, trató de meter su mano a un bolso de cartero, sepa Dios que traería adentro, pero para nuestra fortuna, llegaron unos militares y los africanos empezaron a correr para todos lados. 

Después de este rato amargo, seguimos nuestro camino rumbo a la Catedral de Notre Dame. Esta catedral me llamó mucho la atención por sus gárgolas. Simplemente la expresión de estos seres míticos es de otro mundo. Había un poco de fila, pero aún así no tardamos más de 20 minutos en entrar. Ya adentro, quedamos boquiabiertos con los grandes y famosos vitrales. Quisimos subir a la cúpula para poder apreciar la vista desde lo alto de la catedral, pero había mucha fila, y como todavía nos quedaba mucho por recorrer, decidimos saltarnos este tour.

Después nos seguimos al Pont de Arts.

Famoso por ver a parejas dejar candados en este puente para cerrar su amor al estilo parisino. La verdad es que si se siente algo, dirán que no pero una vez que lo tienen enfrente, es diferente. Puedes ver a las parejas jurándose amor eterno, felices dejando su candado ahí, para cuando regreses vuelvas a el. A donde fueres has lo que vieres, y así lo hicimos, nos dimos nuestro beso, y cerramos nuestro candado, jurando que algún día volveremos para reafirmar nuestro voto.

Ya empezaba a caer la tarde y decidimos apresurarnos para ir al museo Louvre, llegamos tarde!!! y nuestro consuelo fue admirarlo por fuera. Cabe señalar que este fue un capricho mío jeje, ya que cuando miré la pelicula del Código Da Vinci, me llamó mucho la atención y como nos quedaba cerca, pues no le dijimos que no. Sí que fué un día largo, cansados pero contentos. De aquí nos fuimos a la estación del metro Musée d´Orsay, para irnos al hotel. Ya eran las 7 pm en París y todavía nos faltaba algo, más a mí que a mi esposa jaja. Resulta que ese domingo había juego de fútbol y como fanático de este deporte, no podía dejar pasar la oportunidad. Yo desde meses atrás ya había reservado 2 boletos para el juego del Paris Saint Germain VS AS Saint-Etienne. Mi esposa, que no es tan amante del soccer, se puso la camiseta del Paris St. Germain y me siguió la cura. De eso se trata la vida en pareja, de seguir el uno al otro en lo que nos gusta y apoyarnos. El resultado fue a favor del PSG 4-1. Ibrahimovic se hizo presente en el marcador y enloqueció al estadio Parc des Princes. Era impresionante como sus seguidores no dejaban de cantar sus coros. Todos con el equipo y Zlatan en gran ídolo. He ido a estadios en México y la afición no se siente igual. La gente se mete más con el equipo, que a tambor batiente lo apoyan hasta el final. Todos los hinchas ondeando la bandera con el escudo del equipo. Nos sorprendió que al llegar a nuestros asientos, nuestras banderas también estaban ahí, y ni tarde ni perezosos las sacamos y empezamos a unirnos a la fiesta. Alrededor de las 10 de la noche terminó el partido y de regreso al hotel, con un poco de sueño, llegamos y tratamos de dormir pero no pudimos. Era mucha la emoción tanto para ella como para mí; no terminabámos de creer todo lo que hicimos este día, y más por los lugares que visitamos. Nos quedamos un rato platicando y viendo nuestras fotos, hasta que el sueño nos venció. Teníamos que dormir porque nos esperaba una aventura temprano al día siguiente.

Día 4

Nos sonó la alarma pero de los cansados, ni la escu- chamos. Casi corriendo llegamos a la estación del metro, sólo para darme cuenta que había olvidado los pases del metro, corriendo de nuevo nos regresamos al hotel, pero como ya era tarde (6 am) y teníamos que estar puntuales alas 7 am, decidimos llamar un Uber. Alcanzamos a llegar aún y con la levantada tarde. El destino, Monte San Miguel, en honor al Arcángel Miguel, e inspiración para el famoso castillo de Rapunzel en la película de Disney. Está ubicado en la región de Normandía. Hicimos booking con la compañía Paris City Vision, la cual recomendamos si quieres viajar en un tour guiado por Paris y alrededores.

La verdad que yo me dormí casi todo el camino, pero mi esposa no. Me cuenta que lo que vio en el camino nunca se lo imagino: grandes ranchos con becerros, borregos, caballos y demás animales de granja, como esos pueblos pintorescos de las películas. Lo que más le sorprendió fue ver como los caballos corrían en el monte, libres. No supo si eran salvajes o no, pero con el solo hecho de verlos galopar en los verdes campos, le hacían pensar que sí lo eran. Al llegar al Monte San Miguel, nos quedamos sorprendidos porque en verdad si parecía un castillo de princesa. Subimos hasta la capilla de el arcángel, lo cual nos tomo bastante puesto que estaba muy alto. Al final las piernas nos temblaban de tanto escalón que subimos. En la cima de este monte se puede apreciar todo el valle de Normandía y sus verdes alrededores, famosos por elaborar el queso Camembert. En total el tour duró unas 8 horas y para las 9pm estábamos de vuelta en París.

Día 5

Este fue el último día completo en París. Nos despertamos felices pero a la vez tristes, era la despedida de esta gran ciudad que nunca dejó de maravillarnos. A primera hora fuimos por última vez a Trocadero para admirar la romántica torre por última vez. De ahí nos fuímos al tour de la torre, que por cierto también hicimos el booking por medio de www.getyourguide.es, pagamos un poco más, pero la espera fue muuucho menor; la fila a las 8 am ya era enorme, nosotros solo tardamos 30 minutos en pasar. No hay palabras para describir lo que se siente estar arriba de la torre. Se aprecia una vista de 360 grados de toda la ciudad, suficientes para ver de lejos Sacre-Coeur, Notre Dame y el Musée d´Orsay, entre otros. Cuando tengan la oportunidad de subir, entenderán lo que les digo cómo se siente. Después de casi 2 horas de recorrido por la torre, nos fuimos al Arco del Triunfo para tomarnos la foto y tener registro de que estuvimos ahí, si no como saben no cuenta.  De ahí nos seguimos caminando por toda la avenida Champs-Élysées, viendo las famosas tiendas de diseñador y el andar de la gente. Y por supuesto no podían faltar: los mundialmente famosos macarons de Ladurée. Muy ricos por cierto, tan ricos que nos trajimos unos cuantos de recuerdo. Ya agotados, decidimos irnos a descansar un rato al parque de la Plaza de la Concordia, ahí estuvimos por unos 30 minutos, y después para el hotel. Ya en el hotel empezamos con el martirio de siempre: empacar maletas. Nos miramos el uno al otro y nos preguntamos: porqué los días son tan cortos? Esa es una incógnita para todo viajero que disfruta su viaje y no se quiere ir.

 

Tips

1. Siempre busquen un mercado, aún y que todo es caro, siempre sale más barato comprar todo ahí.

2. Bajen apps de mapas offline y mapas del metro. No consumen datos, no ocupan internet y es fácil ubicarse. Hay muchas, descarguenlas y úsenlas antes, así no pasan un rato desagradable.

3. Compren pase del tren, lo pueden usar las veces que quieran dentro de los días por lo que lo compren y así se ahorran algo de dinero.

4. Compren pases en línea para evitarse las largas filas, gastan un poco más, pero se ahorran tiempo, que al final es oro para poder explorar al máximo la ciudad.

5. Cargador para celular y cámara muy indispensable